EL DEÍSMO

  1. El Deísmo es la forma, no esencialmente atea pero sí la más común, en la que aparece el pensamiento crítico, desde el siglo XVII al siglo XVIII . Se trata de la filosofía de la Ilustración cuyo Dios aparece como un Dios sin miro, es decir, de acuerdo con los postulados racionales de la intel·ligència humana. Generalmente, el Deísmo admite la inmortalidad del alma y una forma moral racional. Sin embargo, niega cualquier revelación y tiende a reducir todas las religiones a algo màs común que será teorizado como una “religión natural”.
  2. Esa crítica de las religiones llega el Deísmo inglés a la crítica de las Escrituras bíblicas y a una poner en pié una història de los orígenes cristianos muy radical. Las preguntas planteadas por los descubrimientos físicos o por el mejor conocimiento del cosmos, contribuyeron a esto. Apareció un gran interés por las costumbres y las religiones de pueblos muy lejanos y de sociedades muy diversas de la occidental. Aunque el mundo occidental estaba muy poco preparado para comprender todo ello debido a su etnocentrismo muy presente en el siglo XVIII y también en el XIX.
  3. El Neowolfismo sabía a poco y se quería juzgar, en griego, “hacer una ‘crisis’ “, de toda esa variada oferta que acabamos de describir. Ejercer la ‘crisis’ y llevarla hasta unes extremos muy radicales pareció, sobre todo en el siglo XVIII, algo muy ‘ilustrado’ e inclusió un ejercicio aristocrático. Después de algunes experiments filosóficos en las formas y en las costumbres sociables, apareció, con toda fuerza, una severa y persistents crítica a la religión. En tal entorno, todo se debatió: “cada momento de la religión y de la Iglesia, de la teología y la filosofía. Las revoluciones inglesa y americana no serán suficientes para quitar el aspecto aristocrático original del dios, el francés, con todas sus ambigüedades, pero también con sus contradicciones. Su tarea será llevar a todos los pueblos los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, ideales que creían profundamente cristianos y democráticos. Pero, ello provocará una ruptura con el optimismo aristocrático de iniciïs del siglo XVIII. Los movimientos socialistas y marxistas y, en un primer moments, las teorías sociales cristianas.
  4. El deísmo adopta varias formas a partir de principios del siglo XVIII. Hay un deísmo inglés del que, aunque con cierta conexión, se diferencian los franceses y alemanes. El deísmo inglés buscaba, inicialmente, un cristianismo racional frente a la proliferación de ‘sectas’ después de la Reforma y generalmente admite un Dios e inclusió las Escrituras bíblicas. Los deístas son gente importante, como Lord Edward Herbert de Cherbury (1582-1648), John Locke (1632-1704), ver su The Reasonableness of Christianity and the Irish,
  5. Pero ya con T. Hobbes ( 1588-1679) el Deísmo fue Al relativismo escéptico. Hobbes en el Leviatán quiere basar la vida civil en un pacto social en el que el hombre comparado con el otro hombre (homo homini lupus), sobreviva y ceda todo el poder al príncipe quien elegirá la religión de sus súbditos para evitar luchas estériles. Hobbes indica que incluso la Escritura, objeto de tantas disputas, debe ser sometida a una crítica racional. Después de él, la parte más radical de los filósofos acabará en el escepticismo.
  6. El deísmo francés tiene como representante más conocido a M. Arouet de Voltaire (1694-1778), amigo del deísta inglés Bolingbroke y que había asistido, durante su estancia en Inglaterra, a unos debates que dieron lugar a sus Lettres. Philosophiques ou lettres anglaises. Los ataques de Voltaire contra la religión, especialmente el cristianismo en cualquier forma o confesión serán referenciales. En la Encyclopédie française, Diderot y Alambert revelan, con cautela, un Deismo casi materialista. Todo ello conducirá a la Revolución Francesa.
  7. El Deísmo y la Ilustración alemana tienen una importancia particular para el desarrollo del problema de la historicidad de los Evangelios. Tomarán cuerpo e importancia con la llegada al trono de Federico II (1712-1786). Tras la paz de 1763 al final de la guerra de los siete años, puso toda la energía en las reformas política y sociales que postulaba la Ilustración. El deísmo se preparó en Alemania con la traducción de las disculpas contra los deístas ingleses y finalmente de sus propias obras a las que el wolffianismo con su racionalismo no ofrecía un terreno suficientemente válido. Entre los deístas de la Ilustración alemana además de Hermann S. Reimarus (1694-1768), G. E. Lessing (1729-1781), divulgador de los Fragmentos del propio Reimarus, quien sostuvo la tesis de un evangelio original de los nazarenos (1776) y la Nueva hipótesis sobre los evangelistas considerados como meros historiadores humanos“. Jacobi en sus Cartas sobre la doctrina de Spinoza a Moses Mendelssohn (1785) refiere que Lessing, en su lecho de muerte, habría dicho: “Los conceptos ortodoxos de la divinidad ya no son para mí; No puedo digerirlos. En kai Pan! No sé nada más”. El “Todo Único” spinoziano parece ser el último aterrizaje de Lessing, extendido desde la naturaleza a la historia. La reflexión es clara: al menos para muchos el origen de la negación de lo sobrenatural, en los Evangelios y en Cristo, depende de su crisis de fe en el Dios de la revelación cristiana.

Jaume González-Agàpito

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