LA MISA DOMINICAL Año B, domingo 26, 29 de septiembre de 2024
Sugestiones de Mons. Jaume González-Agàpito para la plegaria i para la preparación individual
Nu 11, 25-29; St 5, 1-6; Mc 9, 38-4.45.47-48.
- El fragmento de hoy de la Epístola de Jacobo, es todo un reto para mi meditación y para mi examen: “Llorad y lamentaos, vosotros, los ricos, por las desgracias que os esperan. Vuestras riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido vuestros vestidos; enmohecidos están vuestro oro y vuestra plata, y ese moho será una prueba contra vosotros y consumirá vuestras carnes, como el fuego. Con esto vosotros habéis atesorado será un castigo para los últimos días. El salario que vosotros habéis defraudado a los trabajadores que segaron vuestros campos está clamando contra vosotros; sus gritos han llegado hasta el oído del Señor de los Ejércitos. Habéis vivido vosotros en este mundo entregados al lujo y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse”.
- Todos esos vendedores de ‘santidad’ a buen precio olvidan estas palabras de Apóstol Jaime. No pueden entender esa radicalidad. Ellos se salvan, como nuevos pelagianos, gracias a lo que ellos han aportado a su “cuenta corriente” con Dios. El cual está obligado a poner en el otro plato de la balanza el equivalente en salvación y santidad. Olvido absoluto de la gratuidad de la “gracia increada” que se nos da con el Espíritu Santo. Es, “en el Espíritu” y en su gracia que nos santificamos en la radicalidad del Evangelio de Cristo.
- Nos lo ha dicho el Libro de los Números: “[…]el Señor descendió de la nube y habló con Moisés. Tomó del Espíritu que reposaba sobre Moisés y se lo dio a los setenta ancianos. Cuando el Espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar”. Esta es la gran maravilla que Dios realiza en sus elegidos.
- Ello excluye toda cerrajón y exclusión, como dice Moisés: “¿Crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el Espíritu del Señor”. Esto lo reafirma Cristo Jesús en la perícopa evangélica de hoy: “ “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de Mí. Todo aquél que no está contra nosotros, está a nuestro favor: Todo aquél que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
- Es una bendición para los cristianos saber, por boca de Jesús que hay muchos más elegidos que los catalogados en nuestras estadísticas.
- Pero, el Señor Jesús exige también una gran radicalidad en sus seguidores: “Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en Mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar”. Todos son de él, excepto los que son “ocasión de pecado”. El Papa Francisco nos lo repite casi cada día y ha puesto como objetivo el orar para que Dios nos “deslibre del Maligno”.
- Pero la radicalidad que exige Jesús de Nazaret a sus seguidores va más allá en sus ‘exigencias’: “Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
- ¡Jesús de Nazaret habla del Infierno! Amenaza con él a los que quieren seguirle sin cortar, ni arrancar, todo lo que es “ocasión de pecado”. ¿Todos esos que te dicen que te santificarás haciendo unes cuantas cosas que se ponen en tu cuenta con Dios, pero sin contar con su gracia increada y santificante, han leído el Evangelio? Todos esos que te ofrecen “caminos de santificación” con relecturas pelagianas, no son de Cristo Jesús.