LA ‘TOLERANCIA’ EN THOMAS MORE

  1. Thomas More (1477-1535) fue un gran humanista, un buen filósofo y un agudo teólogo. Fue un admirador de Pico della Mirandola y de Erasmo de Rotterdam de quien era buen amigo. Fue, sin embargo también un hombre de derecho y un experto governante. Útil a Enrique VIII de Inglaterra en la diplomacia y en la administración pública. Fue canciller del reino (1529). Dimitió en ocasión del divorcio del rey y tampoco quiso reconocer la supremacía del monarca sobre el papa en las causas religiosas. Acabó mártir el 6 de julio de 1535. La Iglesia Católica lo venera como santo.
  2. Thomas More es considerado uno de los defensores más distinguidos de la tolerancia debido a su obra más famosa, Utopía, publicada en 1516. La gran ‘protesta’ de Martín Luthero tuvo lugar al año siguiente.
  3. Su Utopía es como un gran cuento de hadas contado por un supuesto compañero de Amerigo Vespucci que describe el descubrimiento de una isla maravillosa, “Utopía”, con unos habitantes extraordinarios, sabios y pacíficos.
    La obra contiene la crítica más feroz de la situación de Inglaterra en el momento que le toco vivir. De firma encubierta pero bastante clara condena del régimen autocrático del rey inglés. Denuncia la situación social y económica. Condena la corrupción y el soborno.
  4. Algo muy curioso es que More describe laudatoriamente las virtudes de los ‘paganos’ de Utopía, en la isla imaginaria, y reprocha los vicios de la Europa supuestamente cristiana.
    Thomas More imagina que allí, en Utopía, existían diversos cultos paganos, pero que tendís, pacíficamente, a convertirse en uno sólo, a través de la discusión y el intercambio de ideas. Utopus el conquistador, ante la falta de sacerdotes, decreta la ‘libertad religiosa’ y la convivencia de las diversas opciones religiosas. Este fue el ideal de More, pero también el razonamiento que los partidarios de la tolerancia hicieron en Francia después de 1560: eran lo que llamaron ‘Politiques’.
  5. El proselitismo estaba permitido en Utopía sólo si se limitaba a la persuasión, pero, con gentileza y modestia. E incluso se cuenta que un cristiano fue expulsado del país porque había condenado inmoderadamente a otros cultos.
    Sin embargo, la justificación de la tolerancia aún no alcanza un nivel teórico que pudiera satisfacer a los ‘teóricos’, ni su elaboración de los elementos análogos comunes llega ser la “religión natural”.
  6. Sin embargo, no se trata de la tolerancia moderna: More no concede libertad a los materialistas que niegan la vida futura, ni a los ateos que niegan la Providencia. Sin embargo, juzga, como el Cardenal Cusano, que tal vez Dios quiere la variedad de cultos y que la verdad misma se abrirá paso sin necesidad de violència.
  7. En la acción de gobierno de Thomas More casi toda sacudida por la Reforma, justificó de alguna forma aquello que se había sostenido desde el siglo XV, que era necesario quenar al hereje, como se había hecho, en 1417, con Jan Huss en el Concilio de Constanza. Consecuentemente, se tenía que proceder así con quien trataba al Papa como el Anticristo y contra el que consideraba la Santa Misa como una idolatría (Lutero). Y sin embargo, mientras estuvo al servicio del rey Enrique VIII, desde 1519 hasta 1531, no parece que More envió a ningún hereje a la hoguera. Algunos, en su mayoría anabaptistss, fueron ejecutados cuando ya no tenía el poder.
  8. Sin embargo, la Utopía, más que la acción concreta de More, influyó en la posteridad como una defensa de la tolerancia.
    Jaume González-Agàpito

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